La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT, por sus siglas en inglés) es un enfoque terapéutico basado en la aceptación y la acción comprometida hacia una vida significativa. Este modelo forma parte de la tercera ola de terapias cognitivo-conductuales, y se propone ayudar a las personas a manejar pensamientos y emociones difíciles sin quedar atrapadas en ellos. Más que un método para «eliminar el malestar», ACT se centra en construir una vida guiada por los valores personales.
Principales características de la Terapia ACT
ACT combina la aceptación de lo que ocurre y el compromiso para fomentar flexibilidad psicológica. Esto significa un enfoque en la capacidad de estar presente y de responder de manera adaptativa a las experiencias, incluso aquellas que nos resultan incómodas. El modelo de la terapia gira en torno a seis procesos interconectados, que pueden ser explicados de manera muy resumida:
- Aceptación: Abrirse a la experiencia, en lugar de luchar contra ella.
- Defusión cognitiva: Conlleva tomar distancia de pensamientos limitantes o perjudiciales
- Contacto con el momento presente: Focalizar la atención en el aquí y ahora.
- Clarificación de valores: Identificar qué es importante para la persona.
- Compromiso con la acción: Dar pasos alineados con esos valores.
- Yo como contexto: Desarrollar una perspectiva ampliada del yo, más allá de los pensamientos o emociones.
La aceptación en ACT no es sinónimo de resignación, al contrario. Es un proceso activo de dejar de luchar contra experiencias internas inevitables, permitiendo que la atención y energía se redirijan hacia acciones que realmente importan. Por otro lado, el compromiso implica actuar con determinación hacia metas valiosas, a pesar de los desafíos.
Indicaciones y aplicaciones
ACT es eficaz en una amplia gama de problemas psicológicos y situaciones, incluyendo:
Ansiedad y depresión: Ayuda a reducir la influencia debilitante de pensamientos negativos y preocupaciones.
Manejo del dolor crónico: Mejora la calidad de vida al aceptar el dolor físico mientras se persiguen metas significativas.
Estrés laboral o académico: Facilita la adaptación a las demandas diarias sin comprometer el bienestar.
Trastornos alimentarios y conductas adictivas: Fomenta una relación más saludable con el cuerpo y las emociones.
Además, ACT ha mostrado ser útil en poblaciones con estrés postraumático, problemas de pareja y dificultades para manejar emociones intensas.
Beneficios de ACT
Los beneficios de ACT radican en su capacidad para generar un cambio profundo en la relación con las experiencias internas. Algunos de estos beneficios incluyen:
- Reducción del sufrimiento emocional: Al no evitar o luchar contra el malestar, este tiende a disminuir su impacto.
- Mayor claridad en las decisiones: Los valores personales guían las acciones, reduciendo la indecisión y el arrepentimiento.
- Flexibilidad ante los desafíos: Al mejorar la capacidad de adaptarse, promueve resiliencia y bienestar.
- Vivir con propósito: Las acciones comprometidas y alineadas con los valores generan una vida más plena y satisfactoria.
En suma, la terapia ACT no promete la eliminación de pensamientos o emociones difíciles, pero sí ofrece herramientas para vivir plenamente a pesar de ellas. Este enfoque nos recuerda que el sufrimiento forma parte de la experiencia humana, pero no tiene por qué definir nuestras vidas.
Referencias
- Hayes, S. C., Strosahl, K. D., & Wilson, K. G. (2014). Terapia de Aceptación y compromiso: proceso y práctica del cambio consciente. Descleé de Brouwer.
- Dahl, J. C., Plumb, J. C., Stewart, I., & Lundgren, T. (2009). The Art and Science of Valuing in Psychotherapy: Helping Clients Live Well. New Harbinger Publications.
- Harris, R. (2009). Act with Love: Stop Struggling, Reconcile Differences, and Strengthen Your Relationship with Acceptance and Commitment Therapy. New Harbinger Publications.
- Bond, F. W., & Bunce, D. (2000). Mediators of Change in Emotion-Focused and Problem-Focused Worksite Stress Management Interventions. Journal of Occupational Health Psychology, 5(1), 156–163.